Reseña: Un paso adelante en defensa de los animales, de Óscar Horta
Título: Un paso adelante en defensa de los animales
Autor: Óscar Horta
N° de págs: 237
Quisiéramos abrir nuestro espacio de reseñas, comentarios y recomendaciones de literatura animalista con un libro publicado en el año 2017, su título es “Un paso adelante en defensa de los animales” del doctor en filosofía y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela Óscar Horta.
Un libro increíble para quienes se estén adentrando en el movimiento por los derechos animales, ideal para quienes deseen iniciarse en el activismo, fantástico y necesario para quienes simplemente tengan curiosidad por averiguar de qué se tratan las reflexiones que le otorgan una consideración moral a los demás animales. La consideración moral consiste en valorar a los animales por el simple hecho de tener experiencias subjetivas, en cuanto reconocemos un valor intrínseco que los hace parte de una comunidad regida por el principio de igualdad.
El filósofo español, creador del conocido blog Ética más allá de la especie, con un estilo didáctico y pedagógico, desafía a nuestra imaginación para iniciar el camino de la empatía a otros seres distintos a nosotros pero con los cuales compartimos un rasgo en común que nos hace parte de una comunidad moral: la “sintiencia”, es decir la capacidad de tener experiencias positivas, el placer, por ejemplo, y negativas, como el dolor. Por tanto, “los seres sintientes son aquellos que pueden sufrir y disfrutar” (Horta, 2017:46).
¿Por qué nos negamos a reconocer la sintiencia a los demás animales? Se pregunta Óscar Horta. Entre la discriminaciones que sufrimos los humanos, las más conocidas tal vez sean el “sexismo” en base al sexo y el “racismo” en base a la raza. En el caso de nuestra relación con los animales existe una discriminación semejante en base a la especie, el “especismo”. Esta última es “la discriminación de quienes no pertenecen a una cierta especie” (Horta, 2017:22). Discriminar a alguien supone un trato peor por motivos injustificados. Pensar que los animales no tienen lenguaje es un ejemplo de discriminación injustificada. La palabra “especismo”, fue acuñada en 1970 por el psicólogo inglés Richard Ryder.
Imagina, señala Horta, un lugar donde hay botones rojos en todos lados, si aprietas uno este acto te traerá una sensación agradable pero simultáneamente hará que sufran y mueran animales. Sin embargo, es posible que aprietes otros botones que te traerán una sensación muy similar a la que obtienes cuando aprietas el botón rojo pero sin hacerle daño a ningún animal. De eso se tratan nuestros hábitos alimentarios. En este sentido, “veganismo es la posición consistente en evitar dañar a los animales, sea de modo directo (por ejemplo cazándolos o pescándolos) o mediante el consumo de bienes y servicios de origen animal (por ejemplo, usando a los animales como ropa o comida” (Horta, 2017:124).
En el libro también tiene lugar una serie de reflexiones en torno a los animales en la naturaleza. Horta ha sido uno de los primeros intelectuales de habla hispana que ha fomentado el debate sobre la necesidad de considerar moralmente a los animales en el mundo salvaje. Por esa razón es que fue uno de los fundadores del proyecto académico y de investigación Animal Ethics, el cual busca formas de ayudar a los animales en la naturaleza.
Esta posición ética se fundamenta en al menos dos premisas: 1) reconocer que la naturaleza no tiene un funcionamiento idílico, es decir que los animales sufren, debido a “enfermedades, hambre, y sed, condiciones climáticas adversas, accidentes, parásitos, desastres naturales, etc.” (Horta, 2017:177), y 2) que los animales silvestres importan individualmente como seres sintientes. Esta última idea implica una distancia y crítica a la vez de las fórmulas ecologistas que sostienen que la naturaleza debe seguir su curso natural y que muchas veces conviene asesinar a animales para conservar el equilibrio de un ecosistema determinado. En este caso, el ecologismo “considera a los animales como una parte del entorno que rodea a los humanos” (Horta, 2017:182).
En definitiva, recomendación total de un libro que ofrece, por un lado, comenzar a descubrir de manera sencilla reflexiones en torno al respeto de los demás animales y por otro, enriquecer más aún la consideración moral de los animales explotados por la industria alimentaria y animales en la naturaleza.
Para terminar esta reseña, les dejo la siguiente pregunta, con la condición de que al contestar, no tuvieras la certeza de si vamos a nacer siendo humanos, pollos o terneras: ¿qué mundo te gustaría elegir para vivir, uno que respeta a todos los animales o uno que no lo hace? (Horta, 2017).
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